26 de diciembre de 2008
HOGAR
Uno de los mayores placeres navideños es acercarse al hogar con cualquier excusa. Hoy la excusa eran los grados bajo cero que padecimos en Granada, tierra escarchada de por sí. Atrinqué un librillo y me pegué a la lumbre -incluso antes de que el sol vislumbre- a leer tranquilamente, o a conversar en familia, bajo el acompañamiento pausado del Whiskey vernáculo 'Embrujo de Granada', que es caro de cojones, y además está riquísimo.
Y a leer, El París de Rayuela, fantástico, guía parisina para cronopios despistados y caballeros andantes sin rumbo fijo. El prólogo de Vázquez Montalbán, tan añorado, merece la pena ser leído una y mil veces.
Nuevo Video Whisky Embrujo de Granada
sábado, 27 de diciembre de 2008
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