¿Gasolina demasiado cara? Háztela tu mismo.

Desde un perdido núcleo rural en Tennessee, la tierra donde se
destila el famoso Jack Daniel's nos llega una historia relacionada con
alambiques... pero de etanol.



¿Gasolina demasiado cara? Hágasela usted mismo.

Un hombre de Tennessee vende alambiques y kits para hacer etanol en casa.



28 abril 2006 — De todos los lugares del mundo, se nos podría
perdonar por no esperar que el próximo John D. Rockefeller saliese de
Tullahoma, Tennesee. Pero justo ahí, en su garaje convertido en fábrica
de Tullahoma, os podéis encontrar a Hill Sasher – el padre del etanol
“háztelo tu mismo”.


Hacerlo
uno mismo significa que tendrás que comprar uno de los alambiques de
Sasher o uno de los kits para construirse el alambique. Un kit de
etanol completamente ensamblado cuesta aproximadamente 1 400 $USD, y
según Sasher, que dirige la empresa Dogwood Energy, con el precio de la
gasolina superando los 3 $ el galón (0,63 €/litro), el negocio es un
boom. En los dos últimos meses, los pedidos han crecido un 300%. (Foto derecha: Sasher junto a uno de sus alambiques).



“Eso es excelente”, dice Sasher con una sonrisa, “nos gustaría mantener ese crecimiento”.



Sasher nos contó durante una entrevista esta semana que el negocio
se había expandido fuera de las fronteras de los Estados Unidos hacia
África y la India. La gente está harta de sufrir disgustos cada vez que
van a la gasolinera.



“De todos modos nos llegan quejas, algunas suaves y otras
completamente malsonantes, explicando básicamente por qué no quieren un
petróleo caro”, dice Sasher.



Sasher dice que llenando un 15% de la capacidad del depósito de
nuestro coche con etanol – el combustible ecológico extraído del maíz –
y el resto con gasolina, se puede reducir el precio por galón de 3$ a
aproximadamente 2,40$. Se pueden fabricar cinco galones de etanol por
hora con su alambique, y no es demasiado complicado, añade.



Azucar, levadura, maíz y agua se machacan juntas y se dejan
fermentar durante dos o más días. La masa se lleva entonces a
ebullición, donde los vapores de la masa emergen hacia la torre del
alambique, donde son refrigerados y condensados en forma de etanol. Por
supuesto si no añades el ingrediente que hace del etanol un producto no
apto para el consumo humano, os podríais encontrar con algo más: whisky
de maíz ilegal.



“Se puede hacer whisky con él”, admite Sasher, antes de añadir con una media sonrisa, “aunque eso es contrario a la ley”.



Los compradores felices con el resultado



Marrcus Mollenarro de Kenosha, Wisconsin, está ansioso por poner en marcha el alambique que Sasher acaba de enviarle.



“Estoy realmente encantado de encontrar una solución al por otra parte aterrador problema de los precios de la gasolina”, dice.



Pero el etanol debería fabricarse con extremo cuidado. Douglas
Durante, de la Coalición para el Desarrollo de Combustibles Limpios,
está absolutamente a favor del etanol o de otras alternativas a la
gasolina, pero le preocupa que la gente no sepa lo que se trae entre
manos cuando se compran un alambique.



“Es un combustible muy volátil, justo como la gasolina. De modo que
existen algunas cuestiones relacionadas con la seguridad que deberían
conocerse cuando se quiere manejar cualquier combustible con
propiedad”, advierte.


Cuando se le preguntó acerca de la posibilidad de invertir en un
alambique, Migdalia Santiago de Chicago, pareció un poco confundida.



“Me preocupa que pueda volar por los aires mi casa”, le comentó a ABC News.



No hay de qué preocuparse, dice Sasher.



“Se puede añadir con seguridad hasta un 15 por ciento de etanol a
la gasolina y operar con cualquier vehículo de forma segura”, enfatiza.



Sasher dice que el negocio es tan bueno que está a punto de
expandirlo a un taller más grande y afirma que probablemente pronto
construirá otro más. Él cree que la corriente alcista actual en el
precio de la gasolina es un fenómeno de larga duración.



Cuando se le preguntó si la larga y colorista tradición de
Tennessee por los alambiques - tanto los legales como los ilegales – le
había aportado alguna experiencia que le resultó una ventaja sobre sus
competidores de otras partes del país, Sasher se río de forma sofocada.



“Habíamos tenido alguna experiencia, pero no voy a hacer comentarios sobre eso”.