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'Embrujo de Granada', primer whisky de malta español que se presenta en junio
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"Embrujo de Granada" es el primer whisky de malta que se fabrica en España, un proyecto pionero elaborado en El Padul (Granada) que basa su calidad en el clima, la calidad de las materias primas y el proceso de destilado, y que será presentado al gran público el 1 de junio en la ciudad de la Alhambra.Fran Peregrino, químico de profesión y unos de los impulsores del proyecto, explicó hoy que la principal diferencia entre el whisky escocés, principal país productor de esta bebida, y el recién nacido español radica en el tipo de levaduras usadas y el "truquillo" para envejecerlo.
"Usamos unas levaduras que han sido expuestas a temperaturas más altas que las de Escocia, ya que allí hace más frío, y envejecemos el whisky en barricas de roble americano que han contenido vino jerezano durante más de 20 años, lo que le confiere un sabor particular", indicó Peregrino.
Además, la calidad del whisky está íntimamente ligado al proceso de destilación, indicó el empresario, quien delegó en un artesano del tradicional barrio del Albaicín la construcción de los alambiques de cobre donde se lleva a cabo esta tarea.
Preguntado acerca de porqué nadie, excepto él, se ha decidido a producir este tipo de bebida hasta la fecha, Peregrino explicó que, a pesar de que España es el segundo país del mundo que más consume güisqui escocés -después de Estados Unidos- el de malta no empezó a conocerse hasta hace diez o quince años atrás, lo que se une al "complejo proceso" requerido para elaborar esta bebida.
La idea de elaborar este producto surgió en 2001, informó Peregrino, quien constituyó para ello una empresa bastante atípica compuesta por 50 socios que eran amigos suyos "de la mili, la carrera o la pandilla", un grupo heterogéneo compuesto por abogados, ingenieros y economistas entre otros que, a parte de su labor profesional, se ocuparon de las distintas secciones de la empresa.
"El problema de producir esta bebida es que cuesta mucho dinero porque tiene que envejecer como mínimo tres años para llamarse whisky", destacó el empresario, por lo que él y sus socios decidieron lanzar al mercado otros productos para amortizar la inversión hasta que el líquido malteado estuviera listo, tales como licores u orujo.
Respecto a la acogida que esperan que tenga este producto, señaló que "cada vez la gente tiene más conocimiento y sabe distinguir entre un güisqui normal y uno de malta y recordó que el proceso de elaboración de este último es más complejo, lo que le confiere una mayor calidad, y en consecuencia, es más caro, algo que, a su juicio, es bien conocido por la ciudadanía.
Publicada el Domingo, 27 de Mayo de 2007 por Redaccion



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